Parroquia

Nuestra Señora de los Ángeles

Serra, Valencia

"Criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor Nuestro"
San Pablo (Rm. 8, 39)

Homilías

< Volver

Homilia Miercoles de Ceniza (Ciclo A)

Empezamos hoy el tiempo de Cuaresma, tiempo litúrgico fuerte, cuarenta días de camino hacia la Pascua de Cristo, nuestra Pascua.

Y, sin duda, queremos, con la ayuda del Espíritu, que sea un tiempo de gracia. Un tiempo de conversión, es decir, de rejuvenecimiento. Un tiempo para crecer, para ser, para amar. Un tiempo para iniciar un Itinerario, propio y personal, de renovación, de encuentro con el Señor. Cada domingo la palabra de Dios nos va a ayudar para encontrarnos con Él.

Para ello, hemos de... crecer en la fe, en el conocimiento de Jesús, en el desarrollo de nuestras capacidades y talentos.

Tenemos que... Ser; en la línea de la autenticidad cristiana y humana. Ser más humanos quiere decir más libres, más responsables, más justos y solidarios. Ser más cristianos quiere decir ser más conscientes y consecuentes de lo que confesamos y creemos, estar más compenetrados con los criterios y actitudes de Jesús, identificarnos más con Él.

Y sobre todo, debemos... Amar. Porque éste es el verdadero camino para el crecimiento y la vivencia cristiana. Somos y crecemos en la medida que amamos. Y amar significa compartir, servir, entregarse. Amar, hermanos, es un camino que nunca acabamos de recorrer.

Como decía, dentro de mes y medio vamos a celebrar la fiesta más importante para nuestra fe: la Pascua cristiana, la muerte y resurrección de Jesús. Para seguir viviendo con sentido y esperanza como creyentes, necesitamos actualizar ese acontecimiento pascual, encontrarnos de una manera significativa con Jesús Resucitado y renovar con ilusión nuestra apuesta por Él, nuestro seguimiento cristiano.

Ese es el motivo por el que hoy hemos venido hasta aquí; porque necesitamos prepararnos para vivir en profundidad esa experiencia renovadora. La Cuaresma que hoy comenzamos, significa eso: cuarenta días de preparación para la Pascua; significa otra nueva oportunidad que Dios nos brinda para descubrirnos necesitados de perdón y de conversión. Y es que sólo Dios nos puede ir cambiando el corazón a base de cariño y misericordia. Y nosotros sólo dejando que El cure nuestras cegueras, podremos contemplar la vida con ojos nuevos.

Acabamos de escuchar la Palabra de Dios. Una vez más, Dios quiere hablarnos al corazón. Hoy nos recuerda que la clave de la conversión está en el corazón y en las actitudes, no en las apariencias. Sólo en esas condiciones Dios puede hacer de nosotros nuevas criaturas. Dejemos que resuene en nuestro corazón la llamada de Dios a dejarnos reconciliar por Él.

Además hoy vamos a hacer un gesto doble, que marca el comienzo de nuestra andadura cuaresmal: Por una parte vamos a dejar que impongan sobre nuestras cabezas un poco de ceniza. Lo haremos con sencillez, con humildad, pero también con alegría. La ceniza quiere ser la señal externa y comunitaria de nuestro pecado, de nuestra fragilidad humana; pero también quiere expresar nuestro deseo de conversión, nuestra confianza en el Dios de la misericordia, que todo lo puede.

Por otra parte, el gesto lo completaremos de la siguientes manera: cuando nos impongan la ceniza, escucharemos la llamada de Dios: "Conviértete, y cree en el Evangelio" "Cambia tu corazón y vive según el Evangelio"

Que hacer este gesto de manera consciente, sea como un estímulo para recorrer con alegría el camino que hoy comenzamos de conversión y de escucha a la Palabra de Dios y también a las necesidades de los hermanos.

Dejemos que el gozo y la alegría inunden nuestros corazones, porque si grande es nuestro pecado, mayor es el amor y el perdón de nuestro Padre-Dios que nos dice una vez más: "¡Animo! Hoy, puedes empezar de nuevo". ¡Ojalá hoy escuchéis su voz!

Que así sea.

  • primera lectura: Lectura del libro de Joel 2, 12 - 18

    "Ahora --oráculo del Señor-- convertíos a mí de todo corazón: con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones no las vestiduras: convertíos al Señor Dios vuestro; porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad, y se arrepiente de las amenazas". Quizá se arrepiente y nos deje todavía la bendición, la ofrenda, la libación del Señor nuestro Dios. Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno, convocad la reunión, congregad al pueblo, santificad la asamblea, reunid a los ancianos, congregad a muchachos y niños de pecho. Salga el esposo de la alcoba; la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, los ministros del Señor, diciendo: "Perdona, Señor, perdona a tu pueblo, no entregues tu heredad al oprobio; no la dominen los gentiles, no se diga entre las naciones: ¿Dónde está Dios? El Señor sienta celo por su tierra y perdone a su pueblo."

    Palabra de Dios

  • salmo responsorial: Salmo 50

    R.- MISERICORDIA, SEÑOR: HEMOS PECADO

     

    Misericordia, Dios mío, por tu bondad,

    por tu inmensa compasión borra mi culpa.

    Lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R.-

     

    Pues yo conozco mi culpa,

    tengo siempre presente mi pecado.

    Contra ti, contra ti solo pequé,

    cometí la maldad que aborreces. R.-

     

    Oh Dios, crea en mí un corazón puro,

    renuévame por dentro con espíritu firme,

    no me arrojes lejos de tu rostro,

    no me quites tu santo espíritu. R.-

     

    Devuélveme la alegría de tu salvación,

    afiánzame con espíritu generoso.

    Señor, me abrirás los labios,

    y mi boca proclamará tu alabanza. R.-

  • segunda lectura: Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 5, 20-6,2

    Hermanos:

    Nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo os exhortara por nuestro medio. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios. Secundando su obra, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios, porque él dice: "En tiempo favorable te escuché, en día de salvación vine en tu ayuda"; pues mirad, ahora es tiempo favorable, ahora es el día de la salvación.

    Palabra de Dios

  • evangelio: Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 6, 1-6.16- 18

    En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

    -- Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga.

    Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará. Cuando recéis no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga.

    Cuando tú vayas a rezar entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu padre, que ven en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis no andéis cabizbajos, como los farsantes que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga, Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.

    Palabra del Señor.

Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles. Serra, Valencia
Plaza de la iglesia 2 ·

Teléfonos: 96 168 84 21 - 652188596

Mail: j.luis2288@yahoo.es

aviso legal
desarrollado por: tresdoble
Uso de cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación, y ofrecer contenidos y publicidad de interés. Al continuar con la navegación entendemos que se acepta nuestra política de cookies. Acepto